¡Vengan, vamos a adorar!
La Navidad es un tiempo en el que todos esos sucesos asombrosos de Belén nos impulsan a replantear nuestras motivaciones últimas. Jesús, María y José nos invitan a adorar sin descanso a Jesús Niño, indefenso y necesitado de nuestros cuidados.
Convertir el trabajo en oración
Los hijos de Dios hemos de ser contemplativos: personas que, en medio del fragor de la muchedumbre, sabemos encontrar el silencio del alma en coloquio permanente con el Señor.
Para mí, vivir es Cristo (II): caminos de contemplación. Unidad entre oración y evangelización
Adentrarse por caminos de contemplación significa dejar obrar al Espíritu Santo para que Él refleje en nosotros la faz de Cristo en todas las situaciones de nuestra vida.
Tener deseos de Dios
Deja que se consuma tu alma en deseos... Deseos de amor, de olvido, de santidad, de Cielo... No te detengas a pensar si llegarás alguna vez a verlos realizados, como te sugerirá algún sesudo consejero: avívalos cada vez más.
En la calle, eres templo de la Trinidad
Los hombres podemos hablar con Dios ante el Sagrario o cuando comulgamos. Pero san Josemaría explica en este breve vídeo que también cuando vamos por la calle, o en el trabajo, o en casa, podemos ser templo donde vive Dios: "Búscame dentro de ti, que allí estoy" (02,30'').
Evangelio del domingo: Marta y María
Comentario del 16.º domingo del tiempo ordinario (Ciclo C). "Marta, Marta, tú te preocupas y te inquietas por muchas cosas. Pero una sola cosa es necesaria". El servicio a los demás se alimenta de las enseñanzas de Jesús, ¿acudimos a la Eucaristía y a la Palabra de Dios con hambre de aprender a amar?
12 de septiembre: Dulce nombre de María
Comentario de la fiesta del Dulce nombre de María. “María se levantó y marchó deprisa a la montaña”. Somos portadores de Cristo y hemos de mostrarlo al mundo como María, con una amistad sincera y cariñosa.
Evangelio del viernes: encontrar a Dios en todo
Comentario del viernes de la 34.ª semana del tiempo ordinario. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. La verdad atrae y compromete, y por eso en ocasiones estremece. Pidamos con Jesús aprender a gustar de la verdad que nos libera de todo mal.